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Fundaciones, un sector joven con 9.200 fundaciones activas

Como se desprende del informe sobre el sector fundacional que ha publicado en su web la AEF realizado por Simón Sosvilla (Complutense de Madrid), Gregorio Rodríguez (Universidad de Alcalá) y María del Carmen Ramos (Autónoma de Madrid), trabajan en las fundaciones españolas más de 475.000 personas de todo tipo, condición y formación, unidas por el interés común de ayudar a los demás y contribuir a resolver problemas no resueltos. Estas personas administran eficientemente unos activos cuyo valor estimado en 2019 ascendía a 22.500 millones de euros y el gasto estimado era de 8.500 millones de euros. 

Y una vez más se demuestra que donde hay una necesidad surge una fundación, allá donde no llega o no le interesa llegar al Estado, llegan las fundaciones: La diversidad de los fines de las fundaciones y los resultados alcanzados mediante su actividad son una manifestación evidente de los vacíos que llenan, supliendo, en muchos casos, la falta de iniciativa o de atención por parte de las administraciones públicas. 

¿Cuántas fundaciones hay?

Mientras que en el sector asociativo, que superan las 150.000 asociaciones, existe una web accesible en la web del Ministerio de Interior y en minutos podemos obtener los datos, en el sector fundacional es casi imposible. No solo no hay un registro único, sino que no hay conexión entre los más de 50 dándose el caso de poder constituir tres fundaciones con el mismo nombre (ya se ha dado el caso) pues ni siquiera para el nombre hay posibilidad de entenderse entre los reinos de España: ¿estamos en el siglo XXI ? Por esto, decir que en 2019 se cuenta con 14.729 fundaciones activas registradas, es decir que están registradas con los datos recibidos… Y de las cuales 9.218 son fundaciones con actividad regular, posible. El único dato claro es el que da la seguridad social: 5.840 fundaciones tienen alguna persona contratada.

Que más de 6.000 fundaciones registradas estén inactivas solo tiene una explicación: la deficiente regulación de la ley de fundaciones para estos casos y el kafkiano sistema de extinción previsto que hace casi imposible lograrlo.

En la década analizada, Madrid es la Comunidad Autónoma con mayor número de Fundaciones Activas (2.113 de promedio) y, junto con Cataluña (con una media de 2.057 fundaciones), suponen el 46% del total. Andalucía es la tercera comunidad autónoma en la distribución geográfica (con una media de 948) pero con una proporción mínima para su población (el 10,5%) seguidas de la Comunidad Valenciana (con unas 556 fundaciones, es decir, el 7,2%). Galicia (472 fundaciones, el 5,2%), País Vasco (con 461 fundaciones, el 5,1%) y Castilla y León (con 457 fundaciones, el 5%). Un dato,  esta concentración de fundaciones, que nos hace constatar donde se sitúa la actividad económica y social, o también donde es casi imposible constituir una fundación sin perder la paz y el tiempo, Andalucía, de ahí que buena parte de las fundaciones que operan en esta comunidad sean de ámbito nacional.

Un sector jovenEn conjunto, el 73% de todas las fundaciones han sido creadas en los últimos 25 años. Casi la mitad de las fundaciones (48%) se ha constituido entre 2003 y 2019.

¿A qué se dedican?:

A lo largo de esta década un promedio del 38,89% de las fundaciones se dedicaron principalmente a actividades de cultura y ocio, y dentro de este sector una buena parte es el deportivo que supera las 750 fundaciones. Un 21,57% de las fundaciones centra su actividad en la educación y la investigación; un 10,23% al medio ambiente y un 8,92 % a los servicios sociales. Este último dato es importante pues en muchos ámbitos como el de los asesores fiscales o contables, también en el sector público, se piensa que la mayorías de las fundaciones se dedican a la «beneficencia» o a temas sociales… y la realidad es que no llegan al 8%. Y más se sorprenderían cuando supieran que buena parte de las fundaciones no se constituyen por temas fiscales sino por «imagen».

Seguirían: al desarrollo y la  vivienda (7,27%), la sanidad (5,4%) y las actividades internacionales (4,4%). Estas dos últimas han tenido un cierto crecimiento a lo largo de la serie histórica. Por último, el asesoramiento (0,10%) y la religión (0,96%).

La triple crisis sanitaria, económica y social generada por la pandemia está suponiendo una oportunidad y un reto. Inevitablemente la nueva crisis supone un acelerador de la intervención del Tercer Sector, para dar satisfacción a necesidades nuevas, además de otras que se arrastraban de la crisis anterior.  Esto, debiera exigir cambios organizativos, tecnológicos y económicos a los que inevitablemente tienen que responder las fundaciones, pero nos encontramos con una administración paralizada, un registro de fundaciones estatal bloqueado desde hace cuatro años, tardando en registrar fundaciones hasta dos años!. Hacer algo por los demás cuesta dinero y sobre todo, tiempo.

Por último, y en nuestra opinión, el informe adolece de dos errores de partida, como es hablar del tamaño medio en base a la dotación fundacional, pues buena parte de las fundaciones tienen el mínimo exigible en su momento aunque posteriormente su patrimonio sea inmenso. Y por otro lado fijarse mucho sobre el ámbito de actuación que lo único que refleja es la existencia de más de 50 registros o puertas de acceso para obtener una forma jurídica. Hay fundaciones de ámbito local que trabajan en todo el mundo y al revés, persistir en la idea de que una fundación tenga un ámbito local cuando la misma web es mundial es simplemente un concepto anticuado.

 

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